Este libro del Dr. Sarno me confirmó otra vez mi intuición que lo dolores son un tema emocional. Aquí resumiré un poco el contenido, pero os aconsejo de leer el libro que es muy interesante. Las partes que he citado desde el libro estén puesto entre "cursiva", y lo que no, es mi interpretación de lo que he leído.
El llama a los dolores de espalda, que tiene como origen las emociones reprimidas, SMT: el Síndrome de Miositis Tensional (SMT). (El prefijo mío significa músculo; el término síndrome de miositis tensional se refiere en esta obra a un cambio doloroso en la situación muscular). Según él, este tipo de dolores están provocados por emociones no expresadas.
"Como hemos dicho, esa necesidad consiste en alejar nuestra atención de las emociones desagradables y, con frecuencia, dolorosas, que la mente trata de reprimir. Es como si nuestra mente hubiese decidido que es preferible sufrir un dolor físico que uno emocional. Visto desde esta perspectiva, el proceso no resulta del todo ilógico."
Reprimimos nuestras emociones, sobre todo la ira y ansiedad que en muchas culturas están mal vistas. En consecuencia el cuerpo da señales en forma de dolor, para distraerte y para que tu no tengas que gestionar tus emociones. Es como una distracción de la mente para desviarte de tus verdaderos problemas. El origen también puede ser causado por un trauma en el pasado que no hemos sabido sentir y gestionar en ese momento, por que no éramos capaces. Pero este trauma queda en el cuerpo como un bloqueo y saldrá a la luz, cada vez que haya un disparador que nos recuerda a este trauma. En la mayoría de los casos es algo inconsciente y es para evitar mirar hacia nuestro interior. Si somos capaces de sentir estas emociones y no reprimirlas, nos sentiremos más ligeros y en harmonía. Y cada vez habrán menos disparadores que provoquen estos estados emocionales, por que se van a ir disolviendo.
Por eso es tan importante que aprendemos a gestionar nuestros emociones. Las emociones no son malas, ni peligrosas. No nos vamos a morir por sentir nuestras emociones. Es muy sano expresarlas y sentirlas. De esta manera se pueden transformar. "La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”, como dijo Antoine Lavoisier, padre de la química moderna, ya en el siglo XVIII."
" la naturaleza ha creado un mecanismo con el que podemos evitar ser conscientes de esos sentimientos negativos: los síntomas físicos. Por fortuna, existe una forma de detener lo que, para la mayoría de nosotros es claramente una reacción de inadaptación. La lógica nos indica que el cerebro está reaccionando de manera pueril. Sin embargo, mi trabajo con el SMT ha demostrado que el cerebro posee otros atributos y que puede revertir el proceso que produce los síntomas físicos. El miedo es penetrante. Cualquier cosa que incremente la ansiedad puede aumentar la severidad de los síntomas "
"Como dijo Snoopy, el gran filósofo contemporáneo: «No hay nada como un poco de dolor físico para mantener a la mente alejada de los problemas emocionales» "
Según Dr. Sarno estos dolores se pueden solucionar.
"El programa de tratamiento se apoya en dos principios fundamentales: 1. La adquisición de conocimientos y la percepción de la naturaleza del trastorno 2. La capacidad de actuar de acuerdo con ese conocimiento y cambiar la conducta del cerebro."
"Resulta sumamente claro que la causa y el tratamiento del SMT constituyen un impresionante ejemplo de lo que podríamos llamar la conexión mente-cuerpo. La historia del conocimiento de esta interacción por parte de la medicina es larga y está llena de altibajos. Hipócrates recomendaba a sus pacientes asmáticos que tuviesen cuidado con la ira, lo cual indica que, hace 2.500 años, ya existía cierta conciencia acerca de la influencia que las emociones tienen sobre la enfermedad. Este concepto sufrió un duro golpe a manos de René Descartes, filósofo y matemático del siglo XVII, quien sostenía que la mente y el cuerpo eran dos entidades completamente independientes y que debían ser estudiadas por separado. De acuerdo con Descartes, de las cosas de la mente se ocupaban la religión y la filosofía, mientras que el cuerpo debía ser estudiado utilizando métodos objetivos y verificables. Las enseñanzas de Descartes siguen siendo el modelo para la práctica y la investigación médicas contemporáneas. El médico promedio considera a la enfermedad como un desperfecto de la máquina corporal y piensa que su función consiste en descubrir la naturaleza del desperfecto y en corregirlo. La investigación médica se apoya principalmente en el laboratorio, y lo que no puede ser estudiado en este ámbito es considerado por muchos como no científico. A pesar de la obvia falsedad de esta idea, ésta sigue siendo el principio que anima a la mayoría de los investigadores médicos. El espíritu de Descartes sigue vivo."